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El 14 de abril de 1949, Jueves Santo, la Virgen de la Soledad, ante la admiración de los logroñeses, estrenaba su excepcional manto en la procesión del Encuentro -que entonces se celebraba en la noche del Jueves Santo y no el Miércoles Santo como en la actualidad-.
El diseño del manto fue realizado por Francisco Rodríguez Garrido, profesor del Instituto de Logroño. Mide cuatro metros por cinco metros. Fue bordado en oro por las MM. Adoratrices de Logroño sobre terciopelo negro de Lyon y se costeó por suscripción popular.
En el Centro de la Emigración Riojana de Torrecilla en Cameros se conserva una foto probablemente enviada por un logroñés a un amigo emigrante riojano que vivía en Argentina o en Chile en 1958.
En el anverso podemos ver una fotografía del paso de Nuestra Señora la Virgen de la Soledad, conocida entonces popularmente como la Dolorosa; con el manto, estrenado nueve años antes, llevado todavía sobre ruedas por miembros de la hermandad, escoltado por la Guardia Civil y sin el palio o dosel que se estrenó en 1969.
En el reverso podemos leer el siguiente texto:
Aquí tienes a nuestra madre Dolorosa en la procesión de Viernes Santo, a su paso por General Mola, a la altura del Ayuntamiento. No se le ve la cara pero se aprecia bien el manto que es precioso. La procesión estuvo bien, el tiempo un poco frío. Adiós amigo, que la Virgen y Dios te concedan la dicha de estar otra vez en Logroño; tu amigo que no te olvida. José. Abril 1958
Desde aquí queremos agradecer al Centro de la Emigración Riojana de Torrecilla en Cameros el habernos facilitado la fotografía y el texto de la carta, "una joya" para la historia de la emigración riojana, de la Semana Santa de Logroño y de nuestra cofradía.
Eduardo López
